miércoles, 6 de agosto de 2008

Mi primera novia mental

Una muchachita muy dulce. Yo tenía 11 años y como todos los chicos de la primaria, éramos muy tímidos. No soy el único. Aguilar también era tímido. Casanova no era tímido. Y nunca cambió. Se sigue riendo todo el tiempo, como en aquel entonces.

La chica que me gustaba en sexto grado tenía el apellido Morales. Para verla bien de cerca me ponía último en la fila, con los chicos más altos. Eso lo hacía en el último recreo. Era el único momento del día en que la veía. Después, en casa, soñaba mucho con ella. Soñé mucho con ella. Lo que hacía a las seis de la tarde era ver la publicidad de Tubi. Yo me sentía Tubi 3 y ella, Tubi 4. Cuando veía esa propaganda yo me sentí en el lugar donde siempre quise vivir. Casanova aún sigue riéndose cada vez que le cuento. Muchas veces en mi infancia soñé con lugares para pasar el resto de mi vida. Y tengo un buen recuerdo de la publicidad del tubi. Porque al fin y al cabo fueron las únicas salidas que disfrutaría con mi primera novia.

Aquí les dejo esta publicidad que para muchos significó el paraíso de los sueños del primer amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre recuerdo a mi primer noviecita mental.
Sobre todo porque ella nunca lo supo.
Y porque se casó con el vecino a quien yo más odiaba.